Desde finales del siglo III hasta mediados del siglo V se desarrollan en la Galia e Hispania las denominadas revueltas bagaudas. Las revueltas tienen lugar durante la transición del modo de producción esclavista al modo de producción feudal, en la cual se produce la transformación de los esclavos en siervos feudales a través de la institución del colonato.
Las bagaudas estaban formadas por campesinos o colonos evadidos de sus obligaciones fiscales, esclavos huidos o indigentes, que se rebelan contra los grandes propietarios. En palabras de Salviano de Marsella, los integrantes de las bagaudas “prefirieron vivir libremente con el nombre de esclavos, que ser esclavos manteniendo sólo el nombre de libres.”
Para algunos estas revueltas podrían considerarse como un ejemplo de lucha de clases en el final del modo de producción esclavista y el principio de la transición al feudalismo, que se producen en regiones en las que la administración imperial está ausente o debilitada, y provocadas por la fiscalidad excesiva y las continuas guerras que empobrecen el país y hacen escasa la circulación de bienes y dinero, como causas inmediatas.
No estoy seguro de que todo sea eterno retorno pero, en estos tiempos que nos están tocando vivir, y que Boaventura do Sousa Santos, define como de transición paradigmática, se descubren fenómenos con ciertas similitudes con acontecimientos históricos.
Vivimos tiempos de empobrecimiento general, de fiscalidad excesiva, de escasa circulación de bienes y dinero, de apropiación particular de lo común.
Vivimos tiempos en los que la autoridad política es débil o se ausenta o se repliega frente a los nuevos señores, grandes propietarios.
Vivimos tiempos en los que la seguridad se vende a cambio de servidumbre.
Es tiempo de que “prefiramos vivir libremente con el nombre de trabajadores, que ser empresarios de nosotros mismos manteniendo sólo el nombre de libres”
aprendizdeingenuo 